lunes, 30 de abril de 2012

Memorias de un Superviviente



Hace ya un año que todo se fue a la mierda.
Los terremotos asolaron la superficie, devastando las ciudades. No tardaron en llegar los tsunamis, dejando arrasadas las zonas costeras.

Fue entonces cuando los gobiernos comenzaron a comportarse como capullos. Los saqueos de recursos a países tercermundistas apenas paliaron las hambrunas. Muchos países comenzaron a ver el estado policial como una respuesta efectiva a las protestas violentas de esos “hippies” que protestaban contra el expolio.

Poco a poco, la falta de comida y combustible volvió loca a la gente, y las barricadas, las manifestaciones y los incendios a los edificios públicos se convirtieron en el pan de cada día.
Pero todavía faltaba por llegar lo peor. Un día a uno de esos locos del turbante le dio por apretar el botón rojo. Antes de que el misil tocase el suelo, decenas de bombas atómicas cruzaban el cielo. La Guerra Nuclear fue corta. En menos de un mes las grandes capitales habían caído.